La validez Interna:
- No afectada por variables
históricas. - No afectada por aspecto de maduración del
objeto - Medible semanalmente.
La validez externa:
- No existe efecto de reactividad.
- No existe interacción de selección y tratamiento.
Esta investigación por la parte de diseño
cuantitativo contempla, encuestas,
estadística y la construcción de algunos gráficos y un esbozo de estudio de costos asociados
al modelo en
cuestión. También se verá un diseño
de tipo cualitativo en aspectos como la interpretación de la información, el análisis de casos, entrevistas
personales, revisando así dimensiones sociológicas
y antropológicas asociados al modelo
investigado.
Pregunta de
Investigación
La pregunta del problema a investigar puede ser
presentada planteada en dos partes:
- ¿Es posible aplicar en Chile el modelo
"educación en casa"? - ¿El aspecto económico, cultural y
ambiental determinan la viabilidad de aplicación del
modelo educacional llamado "educación en
casa"?
Planteada estas dos preguntas y antes de formular
cualquier hipótesis, es importante establecer algunos
puntos respecto de esta investigación.
Justificación de la
Investigación.
Este estudio se realiza por la necesidad, en diferentes
ámbitos, de lograr los mejores resultados en la educacion de los niños
en Chile, especialmente aquellos que tienen motivos reales y
concretos de llevar a cabo el modelo "Educación en Casa".
Durante el presente informe se
detallaran las motivaciones de los padres para elegir este
modelo. Por otra parte no existen trabajos de este tipo
realizados en el país, por lo menos a nivel de tesis de
titulación en el área y menos bibliografía que respalde,
estudios de este tipo. Como cada país tiene su propia
cultura y sus
propios problemas y
también sus particularidades, es que los estudios
realizados en países como EEUU, Canadá o la
Comunidad
Europea, aunque han sido considerados para el presente estudio,
como marco
teórico, no son necesarios y suficientes.
Viabilidad de la
investigación.
Respecto a la viabilidad de esta investigación,
podemos indicar lo siguiente:
- Se tuvo el tiempo
necesario para llevar a cabo la investigación, de tal
manera de lograra la recopilación de datos, las
entrevistas, la construcción del marco teórico,
el análisis de casos y la revisión de
bibliografía. - Los recursos con
los que se contó son variados, pues se tuvo acceso a
paginas Web, se pudo
establecer contacto con familias interesadas en el modelo,
también se dispuso informes y
datos estadísticos de otros países. Por ultimo se
lograron realizar las adecuaciones necesarias para llevar a
buen término la investigación. - Existió accesibilidad a lugares como algunos
condominios de parcelas en el sector de Lampa-Colina.
Además se pudo establecer contacto con otras ciudades
como Concepción y Temuco. - Finalmente, en la búsqueda de antecedentes se
logro una espertiz en el tema de la educación
a distancia y su derivado la "educación en
casa".
Objetivos de la
Investigación
Objetivos Generales tenemos:
- Se pretende conocer la aplicabilidad del modelo a
nivel nacional. - Identificar el tipo de familia que lo
requiere. - Establecer los recursos que se necesitan para
desarrollar el modelo. - Determinar los lugares o espacios fisicos en que se
puede realizar. - Describir los elementos que componen el
modelo.
Objetivos particulares Tenemos:
- Determinar la vialbilidad de este en la zona
Lampa-Colina. - Establecer los requerimientos legales y curriculares
que el Mineduc exige.
Hipótesis a
demostrar:
Según la experiencia de otros países,
cualquier familia perteneciente a los tres quintiles superiores
de la población chilena, es decir el 60% de la
población, puede si así lo quiere, implementar para
si, el modelo de educación en casa.
Marco Teórico.
Desde sus orígenes, en Estados Unidos
este modelo educativo tuvo que hacer frente a la acusación
de ilegalidad, con la consecuente demanda
judicial contra los padres, por desacato de la legislación
educativa correspondiente, que imponía la
"escolarización obligatoria" como única vía
legal para recibir una educación académica hasta
los 16 años. Hoy sabemos que lo que este fenómeno
realmente sacó a la palestra no fue educación en
casa sí o no, sino educación fuera del marco
único que impone la ley sí o
no, convirtiéndose así en el germen que
originó que cada vez más sectores de la sociedad en
los respectivos países se cuestionaran la legitimidad y la
constitucionalidad de la "escolarización obligatoria" tal
como ésta había sido entendida hasta
entonces.
Tras años de contenciosos con el ejecutivo, y
avalados por los excelentes resultados académicos
obtenidos por los jóvenes escolarizados "en casa" (primero
en secundaria, y posteriormente en la universidad,
valga de ejemplo el caso de la universidad de Harvard, que da
admisión preferente a "escolarizados en casa" por su
capacidad para el autoaprendizaje y la autodisciplina), y
arropados por la creciente demanda social antes mencionada,
cuestionando la legitimidad de la "escolarización
obligatoria", los padres pioneros de la experiencia lograron que
se fueran modificando las leyes en sus
respectivos países hasta obtener el definitivo
reconocimiento legal de la "escolarización en casa",
abriendo las puertas así a otras vías educativas
que no pasaran por la escuela
obligatoria, obteniendo de paso mejores resultados.
Paulatinamente otros países fueron modificando
sus leyes en la misma dirección, y hoy en día son
numerosos los Estados en que se puede optar "legalmente" por este
tipo de educación, reconociendo así el derecho a la
libertad de
educación tal como se contempla en la "Declaración
Universal" de Derechos Humanos.
En nuestro país, por ahora, la legislación
educativa no ha dado muestra alguna de
sensibilización al respecto, aún cuando la
mayoría de los países de la Unión
Europea han dado ya su reconocimiento legal a la
escolarización en casa, aunque la tecnología les
demuestre lo contrario.
Los padres y madres españoles que han decidido
inclinarse por esta vía, han tenido que afrontar la
acusación de ilegalidad por parte de inspectores y
Ministerio, juicio incluido. Aún hoy, cuando los jueces
españoles han confirmado que los padres que optan por este
sistema
educativo basando su decisión en consideraciones
pedagógicas o académicas están simplemente
ejerciendo un derecho fundamental recogido en la Constitución (Art. 27.3), ley de rango
superior a las leyes educativas. La ley no distingue entre "no
escolarización por abandono y desidia de los padres" y "no
escolarización por intervención directa y activa de
los padres en la educación de los
hijos": ambas son igualmente ilegales. Lex, dura lex. No es de
extrañar que, como sucedió antes en otros
países, muchas personas encuentren claros síntomas
de conflicto
entre derechos y
deberes en nuestra legislación educativa.
¿Qué ha sucedido para llegar a este punto
en que un concepto que
surgió para la defensa de un derecho humano fundamental
puede llevar a la ilegalidad a aquellas personas que partiendo de
la misma premisa, defender el derecho a la educación,
intentan ejercer otro derecho igualmente fundamental: la libertad
de educación?
El siglo XX fue testigo de un consenso histórico
sin precedentes: la aceptación generalizada de que las
instituciones
estatales de las naciones tienen en primera instancia dos campos
de obligatoriedad: ofertar educación y sanidad
públicas y universales de tal forma que todos los
ciudadanos y ciudadanas de un país tengan la posibilidad
de ejercitar su derecho a acceder a ambos servicios.
Así nació el concepto de "educación como
derecho universal", en teoría
el mayor logro de la humanidad desde la abolición oficial
de la esclavitud. Menos
romántico, o para ser exactos nada romántico, es el
origen de los sistemas
educativos obligatorios actuales. Aún así,
qué duda cabe de que si hoy tenemos los niveles actuales
de conocimientos en nuestro mundo occidental es precisamente
gracias a la implantación de esos sistemas educativos y
quizás, quién sabe, a su "obligatoriedad". No
debemos olvidar tampoco que en la práctica funcionaban
realmente como una ley de "protección al menor",
impidiendo la incorporación de los jóvenes al mundo
laboral antes
de los 14 años, y actualmente antes de los 16. Pero los
tiempos cambian, y las necesidades sociales cambian con ellos.
Todos los inventos, los
descubrimientos, las grandes ideas que revolucionan el pensamiento, e
incluso los logros sociales, cumplen su función
histórica, es decir nacen, crecen, se reproducen y dan
pasos a nuevas formas de descubrimientos y logros. Sería
impensable habernos quedado en la rueda, en la imprenta, o en
las ideas de la
ilustración, aunque efectivamente revolucionaron las
formas de transporte, de
difusión del conocimiento,
y de organización social: fue precisamente
porque ellas existieron y en función de lo que ellas nos
dieron cómo hemos llegado a alcanzar formas más
efectivas de transporte, de difusión del conocimiento, y
de organización social. Y la educación no es ajena
a esta evolución natural de los fenómenos
sociales. O por lo menos, no debería serlo. A ninguno se
nos escapa el avance social que supusieron las medievales
escuelas gremiales, pero cuando a raíz de la revolución
industrial surgió la necesidad de cualificar a los
trabajadores para incrementar su producción, lógicamente tuvieron que
dar paso a las primeras escuelas del siglo XIX, tal y como
éstas posteriormente tuvieron que hacer con nuestras
escuelas del siglo XX. Ley de vida.
Ley de vida es por tanto también preguntarnos si
ha llegado el momento de plantearnos si en estos tiempos de
nuevas y plurales referencias sociales, culturales,
tecnológicas y vitales, procede la imposición
unilateral y unidimensional de en qué forma y plazos
estamos obligados a enfocar nuestras necesidades educativas o las
de nuestros hijos e hijas. Tanto más cuando la
educación es precisamente la llave que abre la puerta de
nuestra receptividad a esa pluralidad y apertura a nuevos
modelos.
¿Es la escolarización obligatoria realmente la
única vía para que nuestros hijos e hijas reciban
una formación académica hoy en día? Parece
ser, según nos cuentan estos padres y madres, que no, que
ya no es la única vía. Pero sí es la
única vía "legal" en nuestro país:
decididamente sólo el Ministerio de Educación y su
actual Ley Orgánica de Educación, la LOCE, que data
de 1990, puede decidir (e imponer) qué, cómo,
cuándo y dónde deben estudiar nuestros hijos e
hijas. "Escolarización obligatoria" es la seña de
identidad de
la casa. Baste mencionar los casos Montessori y Waldorf, cuyas
filosofías pedagógicas tuvieron que irse diluyendo
progresivamente en España,
para dar paso a los contenidos y programaciones curriculares de
obligado cumplimiento, eliminando la posibilidad de acceso a
cualquier corriente o influencia educativa que no fuera la
marcada por el
estado.
Y para mayor abundancia, Educación Secundaria
Obligatoria, ESO, fue el nombre elegido para el tramo de 12 a 16
años. Podía, por ejemplo, haberse contemplado,
entre otros, nombres como "Educación como Derecho
Universal", EDU, (ahora podríamos oír "yo hago
tercero de EDU, ¿y tú?").O incluso haberse
mantenido el discreto pero reconfortante "Educación
General Básica". Podía, pero no se hizo. Se
eligió "Educación Secundaria Obligatoria", sin
más atenuantes conocidos que lo de "y el que avisa no es
traidor", que también es de agradecer.
Aún así, hay que reconocer que de todos
los posibles adjetivos para calificar un derecho, y desde luego
para calificar la educación, "obligatoria" es sin duda una
elección poco afortunada, con tintes nada evocadores de
la
motivación y el estímulo que hoy sabemos
imprescindibles para que puedan existir auténticos
aprendizajes. Porque cuando decimos "educación
obligatoria" ¿a qué nos estamos refiriendo
exactamente? ¿Obligatoria para quién?
¿"Obligado" a qué?
Entre la gente de a pie, estas preguntas generan primero
una cierta incredulidad (¿cómo pueden preguntarse
cosas tan evidentes?), después una cierta duda, y por
último, muestras de cautela: "…pues el "obligado" es el
Estado
¿no?, que debe garantizar que todas las personas puedan
recibir una educación, y también el Estado "obliga"
a los padres a escolarizar a sus hijos, y también los
hijos están "obligados" a ir al colegio…o sea
están todos "obligados",supongo que por eso se llama
obligatoria. Entonces ¿qué es lo obligatorio: estar
escolarizado, garantizar que los hijos reciban una
educación o recibir una educación? La cosa se pone
realmente confusa, pues uno detecta, muy racional y
razonablemente, que "le están mezclando" cosas que parecen
derechos con otras que parecen deberes, sin saber exactamente
desde qué ángulo "están intentando
pillarle": "… bueno, es lo mismo ¿no?, si no es en la
escuela ¿dónde vamos a recibir una
educación? ", está claro, lo "obligatorio" es
recibir una educación, aprender…
Pues no, no está tan claro. Mal asunto si
todavía hoy, en el siglo XXI, tenemos que empezar el tema
"obligando" tanto a tantos. Definitivamente, si lo pensamos
empieza a estar cada vez menos claro. ¿Se está
"obligado" a estar escolarizado y a recibir una educación?
¿O se tiene el derecho de estar escolarizado y de recibir
una educación? Nuestros derechos y nuestros
deberes.
Imaginemos por un instante qué sucedería
si en este siglo XXI llegáramos a ser testigos de una
experiencia similar en el otro campo de obligatoriedad de los
estados: el de la sanidad. Dado que todos sabemos que
efectivamente una dieta equilibrada y una cantidad adecuada de
ejercicio físico son aspectos indispensables para
mantenernos sanos, ¿podría darse el caso de que se
nos viéramos abocados a tener una "alimentación y
ejercicio físico obligatorios y universales" en aras de
proteger nuestro derecho a una vida sana?
¿Tengo yo el derecho a poder acceder
a una dieta sana y equilibrada o la obligación de tomar
una dieta sana y equilibrada? ¿Tengo yo el derecho a
realizar la cantidad de ejercicio físico necesaria para
mantenerme sano o la obligación de realizar suficiente
ejercicio físico para mantenerme sano? ¿Se puede
pensar en una "dieta obligatoria universal" o en una "tabla de
ejercicios físicos obligatoria universal" impuestas por
ley? ¿Y qué criterios se seguirían para los
contenidos? Porque no olvidemos que todos tenemos diferentes
constituciones, necesidades nutricionales, gustos, biorritmos,
metabolismos… ¿Y sería sólo y
exclusivamente el Ministerio de Sanidad quien estipularía
por ley exactamente qué tipo de alimentos
estarían permitidos, cómo habría que
prepararlos, y cuando y en qué cantidad habría que
tomarlos? ¿Y qué pruebas
habría que pasar para obtener ese "certificado de
alimentación sana y buena forma física", que es de
suponer sería imprescindible para acceder a la vida
laboral, y consecuentemente, qué duda cabe, también
a la social?
Con todo lo deseables que resultan la salud y el ejercicio
físico "chapeau" Aldous Huxley, por tu profético
"mundo feliz". Quizás sea exagerado establecer una
comparación entre ese hipotético caso de
ficción sanitaria y nuestra situación educativa
actual, pero no se puede negar que algunos aspectos presentan
paralelismos que le hacen a uno pensar y preguntarse seriamente
si sólo los legisladores educativos están en
situación de saber qué conocimientos y qué
aprendizajes necesitan nuestras niñas y niños, y
además ¿cómo, cuándo y dónde
deben llevarlos a cabo? Y si fuera verdad que lo saben
¿implica eso que además pueden hacerlo obligatorio
por ley y excluyente de cualquier otro criterio? Y si lo implica
¿garantiza eso el recibir una auténtica
educación?
Escolarización y Educación ¿una
misma cosa?
Saber sabemos todos que son cosas muy diferentes: no hay
que ser pedagogo, ni legislador educativo, ni profesional de la
enseñanza, ni siquiera padre o madre, y
desde luego basta con ser estudiante para detectar que estos
términos en la realidad no son exactamente
sinónimos. Porque vamos a ver: 8 horas diarias x 20
días lectivos durante 9 meses= 1440 horas por año x
10 años de escolarización obligatoria = 14.440
horas, que redondeadas a la baja por fiestas, puentes y posibles
ausencias de unos y otros todavía nos dejan con unas
jugosas 14.000 horas de escolarización obligatoria. De las
horas y esfuerzos que hay que meter además "fuera de las
horas escolares", mejor no entrar en cómputos ni detalles
pero sabemos que todos, madres, padres y estudiantes, puedan dar
buena fe de ellas. ¿Vivir para estudiar o estudiar para
vivir? ¿Y están realmente recibiendo una
educación? No siempre. Las innumerables muestras de
necesitar auxilio que está dando el sistema
educativo, las quejas continuadas de unos ("no saben nada" "no
aprenden nada"), y otros ("tengo miles de deberes", "tengo mucho
que estudiar", "tengo tres exámenes mañana"…), y
tantas otras señales
apuntando a la saturación del sistema, no deben quedarse
sólo en voces clamando en el desierto, ni en la
descalificación indiscriminada del sistema, de los
profesores, de los padres, de los alumnos de todos en general, ni
en dar "más de lo mismo": más años,
más horas, más asignaturas, más
títulos, más master. Hay que mirar a la realidad de
frente y saber decir: esto es lo que hay, la situación
educativa actual necesita de algo más que parches.
¿Qué podemos hacer para mejorarla? Y es natural que
los padres quieran incluirse en ese "podemos". Podría
considerarse positivo, incluso de agradecer, que intenten tomar
la iniciativa. Tanto más si recordamos que en
educación, como en palacio, las cosas van despacio, y que
las soluciones a
los viejos problemas y la inclusión de las nuevas
corrientes tardan en llegar, lo que comprensible hasta cierto
punto dada la magnitud de la elaboración de un proyecto
educativo. Tanto más, también, si pensamos que la
nuestra es una de las legislaciones educativas menos flexibles y
menos abiertas, pues la presencia de optativos en la
enseñanza media puede considerarse estrictamente
anecdótica, y las posibles combinaciones curriculares son
simplemente inexistentes en el tramo de la secundaria
obligatoria, apareciendo sólo posteriormente en un
bachillerato no obligatorio: materias, contenidos de las mismas,
y modos y plazos en que deben aprenderse son únicos y
universales, para todos los niños y niñas de
nuestro país, independientemente de sus capacidades,
prioridades y expectativas personales. Resulta por tanto
doblemente restrictivo el que además se impida a los
padres actuar en el único campo que les queda sin acotar:
ayudar a los hijos a que encuentren una forma personal,
beneficiosa y eficaz de aprender todo eso que ya les viene
impuesto. Pues
no, eso tampoco: sólo el profesor y el
colegio pueden enseñar a nuestros hijos legalmente. Los
padres podemos, eso sí, repetírselo todo otra vez a
nuestro gusto por las tardes, en las escasas horas que les quedan
para hacer sus muchos deberes tras la salida del colegio.
Dispuestos a vivir en la "ilegalidad oficial". Indudablemente,
mientras las cosas siguen así, será difícil
saber cuántos padres y madres españoles se
plantearían la educación en casa de no tener que
pasar por la acusación de ilegalidad. Por eso, vamos
siendo cada vez más los que pensamos que necesariamente
debe haber alguna otra actividad posible a la que inspectores y
leyes puedan dedicar su tiempo y energías que no sea
precisamente a dirigir sus iras contra aquellos que de forma
más personal y directa tratan de involucrarse en encontrar
posibles mejoras para una situación claramente mejorable,
como es el caso de estos padres y madres que deciden educar ellos
mismos a sus hijos. Quizás sea pretender demasiado que
esta batalla se salde a tiempo y sin sangre, por el
mero reconocimiento y aceptación de que navegar con ese
poderoso viento que es el signo de los tiempos es
muchísimo más potente y efectivo que la bomba de
neutrones, gracias demos a los dioses por ello. O quizás,
como en tantas otras cosas de la vida, sea simplemente una
cuestión de número. ¿Cuántos padres
tienen que pedirlo a gritos, o cuantas sentencias tienen que
reconocer que no es un pecado querer educar a los hijos de esta
manera para que se reconozca la "legalidad" de
la escolarización en casa? Y esperemos, sinceramente, que
los números no tengan necesariamente que ser
"números mortales" como con los accidentes de
tráfico: ¿cuántos accidentes mortales son
necesarios para que se cambien señalizaciones de cruce
insuficientes o inadecuadas? Pues igual ¿cuántos
"fracasos escolares mortales" son necesarios para dar la
bienvenida a aquellos que se ponen ya a intentar hacer algo al
respecto?
El éxito
escolar de sus hijos puede estar en su propia casa, dicen los
partidarios de la educación en el hogar. Los niños
que completan la educación primaria y secundaria en sus
propias casas, instruidos por sus padres, obtienen mejores
calificaciones que aquéllos que asisten a escuelas
privadas y públicas, afirma un reciente estudio del
Departamento de Educación.
Motivos Para la Educación en
Casa
- Los niños son tardíos en desarrollarse,
por lo que se quedan atrás en el aprendizaje.
Necesitan ayuda individual, es decir atención personalizada. La maestra no
siempre esta a su lado por que debe atender a un elevado numero
de niños. El niño se ve afectado gravemente en su
autoestima. - El niño comprenden rápidamente las
materias de tal forma que queda ocioso, esperando que la
maestra repase la lección a sus compañeros, lo
que genera en la distracción de este, afectando el
ambiente de
trabajo o
realizando travesuras que le hacen tener problemas de disciplina. - La oportunidad de los padres de incluir en el
aprendizaje
una filosofía o sistema de creencias en conjunto con los
demás estudios. - Proteger a los niños de la droga, la
inmoralidad, de las armas que han
aparecido en algunas escuelas. - Por enfermedad o alergias, debiendo apartar a los
niños del grupo. - Por estar siempre de viaje por motivos laborales de
los padres o por la práctica de algún deporte de elite,
requiriendo mucho enfoque durante todo el
año. - Padres que por amor a sus
hijos, quieren compartir con ellos la vida inclusive los
estudios. - La formación que quieren para sus hijos es
integral, en lo físico, intelectual, pero principalmente
en lo espiritual.
Objeciones a la Educación en
Casa
- ¿Esta preparada la madre del niño desde
el punto de vista pedagógico? - Los niños educados en casa ¿Tienen
deficiencia en socialización? - Respecto de los padres, ¿No les quedara poco
tiempo para ellos? - Pero si a mi la escuela me sirvió. ¿Por
que no le servirá a mis niños? - ¿Cómo aprenderán a estar sujetos
a la autoridad? - ¿Cómo lograran conformarse, si no
están presionados por sus compañeros?
Ventajas de la educación en Casa y respuesta
a las objeciones.
- Los niños aprenden a todas horas, no en un
lapso determinado de horas. - Los niños aprenden en forma sistemática
y también esporádica. - Aprenden muy eficientemente, de manera fluida y
natural. - El beneficio de la atención personalizada de
los padres. - El aprendizaje al ritmo de cada un o y no del
grupo. - Recogen de mejor forma el ejemplo de los
padres. - Evita los problemas de autoestima por retraso en el
aprendizaje. - Aprenden habilidades sociales de los padres,
así logran madurez social, pues los niños son
realmente socializados en familia, allí donde aprenden a
vivir en una sociedad y a ser respetados. - Los hijos serán individualizados en vez de
socializados (concepción socialista del termino).
Sabrán así tomar decisiones por su cuenta en vez
de hacerlo según el dictamen popular. - Honraran a las autoridades propiamente
constituidas. - El niño estará acostumbrado a aprender,
este será su estado natural para toda la vida, es decir
un ser, con aprendizaje continuo.
Cifras y estadísticas a
considerar
- En EEUU. Existen más de 1.500.000 de
estudiantes de Homes Schooling. - En México mas de 395.000 estudiantes de
"Escolaridad en el hogar". - En Canadá 1.105.000 alumnos en Homes
Schooling. - En Europa
existe "Educación en casa " en Alemania,
Inglaterra, Francia - España donde existen algunas familias, han
tenido que pasar por tribunales, están en una batalla
legal. - Otros países como Hong Kong, Egipto,
Japon, Australia, Argentina, Brasil, ya
existen organizaciones de padres "Eduquemos en
casa". - La universidad de Harvard fue la primera en otorgar
cupos especiales para "Homes-schoolers", otorgando 20
vacantes especiales, ( aunque mas Alumnos entran por la
vía tradicional) - Hoy tenemos a la universidad de Stanford, MIT,
Berkeley, Pardue, Pensilvana, en fin mas de 125 universidades
otorgan cipos especiales. - El 95 % de los Homes –Schoolers egresados de
las Universidades, han sido destacados en sus trabajos por su
creatividad por un lado y principalmente por
su compromiso ETICO por otro.
Estudio realizado por la Home Schooling Legal
Defense Association
"Se trata de la investigación más
importante que se ha hecho en los últimos tiempos sobre la
educación en el hogar", declaró Michael Farris,
fundador y presidente de la Home Schooling Legal Defense
Association, a la revista
Score-Newsweek.
El estudio, realizado a nivel nacional, utilizó
las calificaciones obtenidas en Composición, Lectura,
Gramática, Matemáticas, Ciencias y
Estudios Sociales por niños de primero hasta decimosegundo
grado. Se comprobó, por ejemplo, que el promedio general
de los alumnos de tercer grado que estudian en su casa fue de 204
puntos, mientras que los estudiantes del mismo grado en escuelas
tradicionales obtuvieron una puntuación promedio de 185.
Los que terminaron la secundaria en sus hogares lograron un
promedio general de 325 puntos, en contraste con la media
nacional de 280 puntos, según el estudio. Aunque la
mayoría de las escuelas caseras enseñan las
asignaturas tradicionales, el enfoque, la secuencia y el
énfasis no concuerdan necesariamente con los programas
académicos nacionales. Para muchos padres, la importancia
de este tipo de educación está en la
enseñanza de los valores
religiosos y morales, dice el estudio. También arrojo que
el 93 % de los estudiantes provenía de hogares cristianos,
primero protestantes y luego los siguen los católicos, las
cifras dicen que es una relación de 70/30 respectivamente.
Otro aspecto a considerar es que el 77% de las madres con hijos
en casa, no trabajan fuera de esta. El 88% de los padres tiene un
nivel académico superior al resto de los padres, pero de
estos solo el 48% tiene formación universitaria, el
aspecto relevante esta en que el padre es autodidacta y tiene
apego por aprender y entregar.
Casos y testimonios de familias con "Educación
en Casa"
- María Marcos Aguilar Haggard, quien
instruye a sus hijos desde su hogar desde hace muchos
años. María se incorporó a la escuela Oak
Meadow, en Virginia, para que le proveyera el plan de
estudio. "El problema con el plan de estudio de Oak Meadow es
que carecía de contenido católico", recuerda la
señora Haggard. Posteriormente, optó por
incorporarse a Mother of Divine Grace (Madre de la Divina
Gracia) en Ojai, Ca para que le proveyera un plan de estudio
católico. Mother of Divine Grace cuenta con el
clásico currículo católico, y
además ofrece ayudar a los padres que desean establecer
su propio plan de estudio. María, quien es bilingüe
(Inglés–Español), es ahora, una de las consejeras
de la escuela. - Otro proveedor de currículo es Seton Home
Schooling, quien recientemente creó un programa de
estudio en California que provee una sólida
educación católica ortodoxa para niños
desde kinder hasta el grado 12. La directora de la escuela,
Dra. Mary Kay Clark, afirma que el futuro del catolicismo en
los Estados Unidos está en los latinos, "mi esperanza es
que éste país sea revitalizado por la herencia
católica de las personas hispano parlantes", dijo. La
doctora Clark mencionó que el Arzobispo del Distrito
Federal, Monseñor Norberto Rivera Carrera, le dijo que
en México existe una gran necesidad por establecer el
sistema de educación en el hogar, de manera particular
en materia de
educación religiosa. "El cardenal dijo que la Iglesia de
México no tiene la infraestructura para cubrir toda la
demanda de educación religiosa, y afirmó que el
programa denominado Educación en Casa sería una
importante herramienta para la Iglesia", recordó la
doctora Clark. El Diácono, Silvestre Torres, de la
Arquidiócesis de la Ciudad de México
reiteró que existe una tremenda necesidad de implantar
el sistema de Educación en Casa en todo México.
El Diácono Torres afirmó que desafortunadamente
no existe un movimiento
organizado encargado de promover y otorgar el sistema de
Educación en Casa. También indicó que la
arquidiócesis aceptaría ayuda para establecer
dicho programa. - Alma Cornejo, veterana de nueve años de
éste programa, dice que ella optó por
Educación en Casa para su hijo mayor porque
quería darle a su hijo "una buena educación, pero
estaba consciente de que no podíamos pagar la
colegiatura de una escuela privada". En un principio, la familia
Cornejo no sabía que existía el sistema de
Educación en Casa. Conocieron de éste programa
durante una charla con su director espiritual donde le
expresaban su preocupación por la educación de su
hijo. El director espiritual les sugirió que ingresaran
a ése sistema. El hijo de la señora Cornejo hoy
cursa el 8vo grado (2do de secundaria). Desde entonces la
familia Cornejo ha sido bendecida con otros tres hijos, los
cuales también llevan el plan de estudios del programa
de Seton Home Study. Una de las preocupaciones de los que
siguen éste sistema es el aprendizaje de otro idioma, ya
que la mayoría de las Universidades Americanas exigen a
los nuevos aspirantes por lo menos dos años de estudio
de otro idioma que no sea el inglés. Las familias
latinas que hablan el inglés y el español, tienen
una ventaja. En el caso de la familia Cornejo, el
español fue el idioma que utilizaban desde que sus hijos
eran bebés hasta que iniciaron su educación
formal. Debido a que la Ley de California exige que la
instrucción sea otorgada en inglés, la
señora Cornejo educa a sus hijos en ése idioma.
Otras familias hispanas afirman que una de las razones
principales por las cuales optaron por el sistema de
Educación en Casa es para fomentar en sus hijos la fe
católica. - Mónica Salazar, madre de ocho hijos,
optó por éste sistema desde que su hija, ahora de
24 años, cursaba el 4to grado. Salazar afirma que la
manera negligente de enseñar la fe católica la
empujó a iniciar el sistema de Educación en Casa
aún cuando muy pocas familias optaban por éste
programa."Yo quiero que mis hijos vean a Cristo en los
demás" explica Mónica, "deseo que se identifiquen
como católicos, que asistan diariamente a Misa, recen el
Rosario, quiero besarlos y 'abrazarlos' durante el transcurso
del día. Deseo que mis hijos sean santos. Llevar una
vida Católica es muy importante para
mí". - Julia Robles ingresó a sus dos hijos
menores en el programa debido a que sus otros dos hijos mayores
están en la escuela parroquial y el pago de colegiatura
sería imposible realizar. La señora Robles dijo
que la decisión de probar éste programa
educacional fué una "gigantesca decisión".
Recuerda que lloró el día que retiró a sus
dos hijos de la escuela parroquial. De acuerdo a Julia, los
niños, que ahora cursan el primer y segundo grado
respectivamente, se han adaptado muy bien al sistema de
Educación en Casa. El esposo de Julia, Luís
Robles, quien comparte la tarea de educar a sus hijos,
está seguro de que
tomaron la decisión correcta. Luís, que es
bombero para el condado de Los Ángeles, afirma que su trabajo le
facilita la tarea de educar a sus hijos. "Frecuentemente estoy
fuera de casa durante 24 horas continuas, pero posteriormente
me quedo en casa por varios días consecutivos",
explicó Luís. Entusiasmado por la
educación de sus hijos, Luís admite que "me gusta
porque es una manera de estar cerca de mis hijos", dijo, "me
agrada la idea de poder influenciar directamente la
educación que reciben". La señora Robles comenta
que el encontrar grupos de apoyo
fué muy importante. Afirma que es muy agradable contar
con grupos de apoyo tan bien organizados como por ejemplo
Christ the King Support Group, quienes se reúnen cada
viernes para el ensayo de
coro, donde asisten y conviven otros niños que
también son educados según el sistema de
Educación en Casa. Después del ensayo, los
niños y las madres de familia se reúnen en el
parque para socializar un poco. - Vicky Peters, directora del grupo de apoyo
Holy Family Association, afirma que "los grupos de apoyo ayudan
a perseverar y vivir la fe católica al compartirla con
otras personas. Cuando interactuamos con otras personas que
también han optado por el mismo sistema escolar,
reafirmamos nuestras convicciones sobre lo que estamos
haciendo. Como líder, ayudo a las familias a encontrar
el componente espiritual en sus planes de estudio". Vicky
también es asesor de Mother of Divine Grace. Existen
numerosos servicios y planes de estudio para las personas que
se deciden por Educación en Casa. La cantidad de
opciones son abrumadoras. La pregunta que con mayor frecuencia
se hacen es: '¿Deberíamos utilizar solamente un
plan de estudio católico?' Charlotte Jones, director de
Our Lady of Victory en Fall River, Idaho, afirma que las
personas que practican la fe católica, deben utilizar un
plan de estudios católico. "Quid hoc ad aeternitatem?
¿Como se observa esto bajo la luz de la
eternidad? No sabemos lo que nos espera en el futuro, pero
sí sabemos en manos de Quién está el
futuro". Otros líderes de Educación en Casa
están de acuerdo que, para los católicos, es
imperativo usar un plan de estudios católico. "En
ciertas materias, especialmente historia, los libros de
texto
no-católicos tienden a ser anti-católicos",
explica Jackie Halpin, directora de Christ the King Academy, un
programa de estudio independiente. "Los libros de texto
utilizados en escuelas seculares y protestantes tienen una
perspectiva mundial muy diferente al de la Iglesia
Católica". El sistema de Educación en Casa ha
evolucionado mucho desde aquellos días en que los padres
de familia temían ser acusados de violar las leyes
escolares. En nuestros días, el programa está
autorizado en los 50 estados de Estados Unidos. - Isabella Schwartz, el caso de Chester, que
acaba de cumplir sus ocho años y no sabe lo que es un
colegio y sus mejores amigos, Lucas y Craig, tampoco tienen la
más remota idea. Viven en Nueva York, capital del
mundo civilizado, y forman parte de una red local de
niños sin escuela: sus padres han decidido que crezcan
lejos del rigor académico, que aprendan a su ritmo y sin
competitividad, que sacien su curiosidad
leyendo, explorando un museo, empapándose de naturaleza… "Y sobre todo jugando, que
están en la edad", proclama la madre de Chester,
Isabella Schwartz. "No entiendo cómo a un niño de
ocho años se le puede forzar a sentarse seis horas en un
pupitre. Tampoco me explico por qué se les bombardea con
deberes, por qué se les obliga a memorizar conocimientos
inútiles, por qué no se les deja ni cinco minutos
a solas con su imaginación. Yo creo que un niño,
a esta edad, aprende sobre todo a través de la
intuición y del juego. Por
eso he decidido no llevar a Chester al colegio". Hace 20
años, Isabella se habría ganado a pulso el
estigma de enemiga de la sociedad. La habría denunciado
algún vecino; la habrían amenazado incluso con
retirarle la custodia de su hijo, como les ocurrió en
tiempos a los pioneros del homeschooling. Hoy, pueden estar
tranquilos. La escuela en casa es perfectamente legal en los 50
estados. Un millón y medio de niños han faltado
este año al comienzo de curso y la cosa va a más.
La revista Newsweek le dedica la portada al tema. Brotan
decenas de publicaciones, redes locales de apoyo,
directorios en Internet. La
Universidad de Harvard da la bienvenida a las primeras
generaciones de homeschoolers. Aún hay voces que alertan
contra las supuestas carencias de los sin escuela. Algunas de
ellas, tan autorizadas como las del autor de La Inteligencia
Emocional, Daniel Goleman: "Todo lo que sé lo
aprendí en el patio de recreo". Pero poco a poco,
psicólogos y pedagogos van dejando a un lado los
prejuicios, y hasta los asesores del Departamento de
Educación, como Patricia Lines, se rinden ante la
evidencia: "Estamos asistiendo a la reinvención de la
idea de escuela. Nos encontramos a las puertas de una
educación más abierta, mucho menos rígida,
con infinitas posibilidades de aprendizaje fuera del sistema".
La madre de Chester sonríe cuando escucha a los expertos
y recuerda los titulares alarmistas que acompañaron a
los primeros casos (comparables a los que mereció
Gabriel, el niño almeriense que estudia por Internet y
que ha golpeado las conciencias de los educadores
españoles). "Aquí abrieron la brecha los padres
ultra religiosos, preocupados por los valores que
estaban inculcando a sus hijos en las escuelas", explica.
"Luego se apuntaron los libertarios y los alternativos. Ahora
te encuentras de todo, incluso gente que jamás
pensó dedicarse a esto, padres y madres convencionales
que llegan rebotados, después de una mala experiencia de
sus hijos en la escuela". Isabella, 43 años, llevaba
rumiando la idea desde antes de tener a Chester. Su maestro en
esto del homeschooling fue el venerado John Holt, autor de
Enséñate a ti mismo. Holt sostiene que los
niños son aprendices natos, y que los exámenes,
las notas y hasta los mismos profesores no sirven más
que para inhibir esa capacidad natural que muchas veces se
acaba perdiendo. La mejor escuela, a su entender, está
fuera de las aulas, y los mejores tutores son los padres, que
más que enseñar deberán alimentar la
curiosidad de sus hijos. Con la lección aprendida, y con
la ayuda ocasional de su marido Jim (masajista, como ella),
Isabella dejó que Chester llevara la pauta. Y ante su
asombro descubrió que el niño aprendió a
leer casi por sí solo, con la misma naturalidad con la
que empezó a hablar o a dar sus primeros pasos. La
jornada extraescolar de Chester comienza sin prisas a eso de
las nueve y media de la mañana. Si el tiempo
acompaña, lo primero que hacen madre e hijo es media
hora de gimnasia y
estiramientos en Central Park. Vuelven a casa y leen una o dos
horas juntos, con la pequeña Jemimah -tres años-
revoloteando en la alfombra. Mientras la madre hace la comida,
Chester pinta, o juega, o aprende a tocar la flauta. Por la
tarde es cuando ve a sus amigos Craig y Lucas: a veces en el
parque, otras en la piscina cubierta o en el taller de artes
plásticas al que se han apuntado. Con su padre -y con
los otros catorce niños que forman parte de la red de homeschoolers- va
todas las semanas a visitar algún museo, o a ver una
obra de teatro, o de
excursión a una granja cercana: clase
práctica de naturaleza. Los viernes y los
sábados, partido de béisbol. "En unos meses le
llevaré a Matemáticas, que es mi punto
débil", admite Isabella. "Contamos con un profesor que
da clase en grupos pequeños y tenemos también
acceso gratuito a los ordenadores del colegio público.
Pero aún es pronto para que el niño se deje los
ojos en la pantallita; prefiero que desarrolle antes otras
habilidades". Y Chester, ¿qué opina? "En el
béisbol tengo amigos que van al colegio, pero siempre
están muy ocupados y apenas tenemos tiempo para vernos
entre semana… ¿Que si me gustaría ir a clase?
Bueno, a lo mejor algunos días, pero todos seguidos no:
creo que me cansaría pronto". - Cristina Lloyd, 20 años, estuvo en el
colegio precisamente hasta los ocho, cuando sus padres
decidieron desescolarizarla: "No guardo mal recuerdo de las
clases; lo peor era que llegaba a casa agotadísima. Con
el cambio,
empecé a aprender mucho más rápido: mi
padre, que es ingeniero, decidió trabajar menos y
ayudarme con las ciencias. Como me quedaba bastante tiempo
libre, me metí de voluntaria en la iglesia, en un
hospital y en una asociación ecologista". Cristina
estudia Biología en la
Universidad de Maryland. Superó con creces el examen de
ingreso, y también el de socialización: "No he
tenido ningún problema para adaptarme. Toda mi vida he
estado rodeada de chicos y chicas de mi edad. La única
diferencia es que nuestro punto de encuentro era siempre fuera
de la escuela". ¿Y a tus hijos, los educarías en
casa? "Uf, no sé. Yo les estoy muy agradecida a mis
padres, pero es mucho trabajo, y casi siempre es la madre la
que se sacrifica". "Al final te compensa", replica el padre,
Bill Lloyd, portavoz del National Home Education Research
Institute. "Lo mires por donde lo mires, no veo más que
ventajas: los niños aprenden más y mejor, se
crean lazos muy estrechos entre padres e hijos, los chavales
tienen menos problemas emocionales y salen con un
fortísimo sentido de responsabilidad y de independencia". Desde 1993, cuando vencieron la
última batalla legal, el número de homeschoolers
se ha multiplicado por cinco en Norteamérica. La
legislación varía mucho según los estados:
unos obligan a exámenes periódicos para comprobar
si el niño está a su nivel; en otra basta con el
informe de un tutor. Los colegios públicos ceden sus
bibliotecas
y sus instalaciones deportivas a los sin escuela, y en
Washington y Iowa se han abierto los dos primeros centros de
recursos para padres de homeschoolers. - Péter tiene dos hijos, Lomi y Tolmi. El
mayor fue a clase hasta los nueve años; un cambio de
colegio le hizo virar accidentalmente de rumbo: "Decidimos
probar a ver qué tal nos iba en casa, y descubrimos que
el niño era feliz y que le surgieron inquietudes que
antes no tenía. Para mí fue también mucho
más gratificante: todas las energías que antes me
dejaba intentando cambiar la escuela podía invertirlas
directamente en él". Uno a uno, Péter rebate los
fantasmas
que pesan sobre la objeción escolar. "Los niños
no se pasan todo el día en casa; al contrario, gozan de
mucha mayor libertad de movimientos que en la escuela.
¿Que si no socializan? Nos olvidamos que la sociedad
existe desde mucho antes que la escuela. Mi hijo ha estado en
los boy scouts, ha participado en talleres con gente de todas
las edades, ha viajado todo lo que ha podido. La niña va
desde muy pequeña a clases de música:
aprendió a leer las partituras antes que las letras".
Péter rebate también el argumento más
socorrido desde el flanco progresista: "No queremos restarle el
mérito a la enseñanza pública, que ha
cumplido una función vital en este siglo. Pero la
sociedad cambia, y no es el primer logro social que se vuelve
contraproducente por su uso masivo. No estamos pidiendo que
desaparezcan los colegios públicos; simplemente que se
reconozca el crecer sin escuela como una alternativa". "La
curiosidad es el hambre del aprendizaje", sentencia
Péter, "y los colegios están provocando la
anorexia
cognitiva: niños que se han dado el atracón y
acaban perdiendo el apetito por conocer".
EL
CASO DE CHILE
Durante el desarrollo de
esta investigación descubrimos que existe en Chile una
organización con varios años de experiencia, la
cual ha diseñado y promovido la educación en casa.
En Chile tenemos la
organización "La Educación en Casa" dirigida
por la Dra. en educación, postgraduada en la Universidad
de Masachusett MIT, Sra. Kathleen McCurdy con base en la ciudad
de Concepción.
Los niños desescolarizados están
ligeramente por encima de la media en las pruebas de acceso a la
universidad. Pese a que la mayoría de la gente en
países desarrollados ha recibido su educación en
las aulas de algún colegio, es quizás sorprendente
saber que hay algunos ahora que rechazan ese modo de aprender.
¿Es posible que una madre, carente de una
preparación pedagógica, esté sin embargo
calificada para enseñar a sus hijos? Muchos sostienen que
los niños educados con estas metodologías,
poseerán una deficiencia de socialización. Existen
personas que nos preguntan cómo es posible tener siempre a
nuestros hijos junto a nosotros, en vez de disfrutar de su
ausencia mientras van a la escuela. La verdad es que la
educación no se trata de lo que se enseña, sino de
lo que se aprende. Pero como hay muchos que obtienen el sustento
mediante la profesión pedagógica, hace ya siglos
que se piensa que todo lo que se sabe tiene que haberse aprendido
mediante la educación formal, En Chile tenemos mas de 170
familias con el modelo de educación en Casa. Damos
asesoría, incluso entregamos los módulos con los
contenidos exigidos por el ministerio de educación,
además asesoramos a los padres, vamos a sus casa y les
enseñamos a dirigir el modelo, Por otro lado existe toda
una vinculación vía WEB, además de
posibilidades de otro tipo.
Recursos para Educadores en
Casa- Según la Dra. Katlin McKurdy, de la
Organizacuion "Educación en casa para Chile" los
elementos básicos para la implementacion del modelo
son: - Costos
- Planes y Programas del Ministerio de
Educación. (Los entrega EECC) - Un computador
en casa. - Acceso a Internet.
- Útiles escolares como cualquier
niño. - Libros de la especialidad o de la asignatura,
elegidos por los padres. Entiéndase Santillana, Arrayan,
Sm o cualquier otra. - Materiales caseros como, los que se encuentran en
cualquier hogar. - Disponibilidad de 1 o 2 horas a la semana para el
tutor en el área de Matemática. - Asociar al niño algún club deportivo
que le satisfaga, municipal o particular.
- Los Costos de estos elementos no superan los $ 50.
000= mensuales por familia. - Ahorros
- Traslado o transporte escolar $20.000= promedio por
niño. - Mensualidad, colegio particular, subvencionado, o
fiscal
pagado (Liceo J. V. Lastarria $ 7000= mensual) - Uniformes, y otras exigencias como buzos camisetas y
otros a precios por
sobre el mercado. - Colaciones especiales y almuerzos de empresas del
rubro como Sodexo y otras. $ 17.000= promedio
mensual. - Útiles escolares solicitados sin aviso, de
alto costo y que
no retornan a casa $ 5.000= promedio mensual. - Cuota del centro de padres del colegio $ 20.000
anual. - Cuota de centro de padres del curso $ 10.000=
anual.
Podemos ver que la Hipótesis planteada, se
encontraba totalmente respondida, y concuerda con la
estimación realizada, puesto que más de los tres
quintiles superiores de la población podrían
realizar la "Educación en Casa "si es que así lo
quisiesen.
Finalmente luego de todas los análisis, para el
caso de Chile , ….la principal motivación
de los padres, es de tipo valorico, puesto que no estamos
dispuestos a que nuestros hijos se alejen de Dios, por influjo de
unos currículos ocultos impregnados de un materialismo
ateo, que para nosotros solo significa la perdida del
paraíso para los niños…(Familia Davis,
Católica, Batuco, Chile). En segundo termino esta el
tema de una pésima socialización en la cual los
niños recogen un sin fin de secuelas de inmoralidad,
drogadicción y violencia,
finalmente en tercer lugar esta el tema de la calidad de la
educación, que realmente arroja resultados deplorables en
los estándares internacionales. Finalmente y como
corolario de todo lo expuesto, analizando los factores de
riesgo a los
cuales se ve enfrentado el adolescente, cuando se acude a la
Educación en Casa, si estos factores no llegan a cero, por
lo menos disminuyen considerablemente. De tal forma que se
prolonga generación tras generación, la
formación de personas direccionadas al bien común
de la sociedad, sociedad en la cual la persona debiese
perfeccionarse, lo que lamentablemente hoy día no esta
sucediendo.
Alvaro Brantes Hidalgo
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